Pues bien, una vez sabido esto, empezamos a temer de quedarnos sin piso ese día (con los cansados que estábamos!!). Esperamos las maletas que salieron al rato sin problemas, las recogimos y al salir nos paró una especia de supervisor que empezó a hacernos preguntas, en japonés, por supuesto.
Nos preguntó cosas tipo que quien era el que me acompañaba (Jesús), que cuanto tiempo se quedaba, que cuales eran sus maletas, que si yo hablaba japonés... con mi japones basiquísimo supe defenderme y pudimos pasar.
Nuestra idea era llegar y tranquilamente cambiarnos de ropa, acicalarnos etc etc, pero no había tiempo para eso, así que rápidamente fuimos a cambiar el dinero. Todo fue fácil y rápido y nos agradó el cambio que nos ofrecieron. Llamamos a nuestras madres que se convirtió en una conversación a grito pelado en medio del aeropuerto ya que eramos prácticamente los únicos hablando. Compramos los billetes de tren y bajamos a la estación.
Hasta ahí todo genial, sin problemas de orientación ni de idioma. Pero, una vez en el andén, caímos en la cuenta de que no habíamos avisado a Nana de que ya íbamos a cogerlo y que tardaríamos aproximadamente una hora y media. Allí no llegaba el wifi y no podíamos volver atrás.
En el andén se nos acercó un español, que nos preguntó a donde íbamos y nos explicó donde iba él, fue el primer contacto español en tierras niponas.
Llegamos por fin nuestra primera parada, Ueno. Nuestro primer susto fue al ir a comprar los billetes para Ikebukuro (donde habíamos quedado) ya que el mapa estaba escrito al completo en Kanji. (sí, normalmente también está escrito en romanji pero por torpezas, nervios o yo ke se no lo vimos) Suerte que más o menos me acordaba y pudimos comprarlo.
Una vez en Ikebukuro se nos vino todo encima.
Las estaciones aquí son gigantes, con 4 salidas, miles de callecitas y todo abarrotado de gente. Cargados con los maletones, muertos de cansancio y totalmente desorientados empezamos a leer carteles xD (Habíamos quedado en una tienda de Louis Vuitton al lado de una de las salidas del metro)
Leyendo un cartel de una salida se nos acercó una mujer mayor japonesa, que muy amablemente nos preguntó si necesitábamos ayuda (en inglés) le preguntamos por Louis Vuiton a lo que contestó "Louis Vuiton en Japón? para que?" y se rió xD Justo en ese momento se nos acercó una chica que dio la casualidad que era española! y fue la que nos guió a la salida.
Nana llegó al poco rato y a partir de ahí fue un no parar. Ir a las oficinas de la inmobiliaria, dejar las maletas, ir al ayuntamiento para poner la dirección en la tarjeta, volver, firmar el contrato y que nos dieran las llaves, recoger las maletas, ir al Don Kihote más próximo y comprar un futón (unos 80€) mas una almohada y con todo eso a cuestas coger un taxi camino a casa POR FIN!!
Reventado se queda corto para como me sentía, solo quería descansar aunque estaba muy ilusionada y feliz de estar en la que será mi casa durante casi 6 meses en Japón.
Lo que hicimos después ( al día siguiente porque ese mismo día no teníamos fuerzas para nada.) fue ir al genialisimo Daiso de Harajuku, en Takeshita Dori y comprar las cosillas para la casa!
Todo lo que veis en la imagen (perchas, cubiertos, toallas, papelera, escobilla,cepillo y pasta de dientes, bolis, cuadernos, esponjas, corta uñas...etc) valen 100 yenes!! menos de 1€ :D Y por supuesto, todo tenia que ser rosa :P
En la próxima entrada del blog contaremos un poco sobre como sobrevivir los primeros días en Japón, primeras impresiones y demás ;)
じゃまたね!*o*